Conoce quién soy
Tristana Suárez
Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid
Mi formación es sólida y muy variada. Mi filosofía se inclina hacia la psicología humanista, basada en el respeto y la aceptación de cada persona. Me he especializado en psicoterapia psicoanalítica (un método de vanguardia, que parte y evoluciona del psicoanálisis clásico), que integra los desarrollos recientes en psicología cognitiva, teoría del aprendizaje y neurociencia. El acercamiento a la metodología de Constelaciones Familiares me aporta una visión más amplia de la sintomatología, teniendo muy presente el sistema familiar al que cada persona pertenece. Utilizo también técnicas de enfoque corporal (Focusing) y me he formado como terapeuta Gestalt en la E.M.T.G
Mi trayectoria
Desde 2002 ejerzo la psicología en mi propio gabinete donde atiendo a adultos, adolescentes y niños, y a la formación de docentes en las áreas de Inteligencia Emocional y TDAH.
Mi camino comenzó con la fundación, en 1994, del Grupo Educativo Cuatro en Raya, en Madrid. A partir de entonces, además de especializarme en Intervención Psicológica en Contextos Educativos y en Psicología Clínica y Psicoterapia Psicoanalítica, he profundizado mi formación en el área de Inteligencia Emocional, Eneagrama, Mindfullness, , Terapia Gestalt, Focusing y Constelaciones Familiares.
A lo largo de mi carrera he ejercido como psicóloga en centros como el Gabinete Castelló (Madrid), el Centro-Médico Psicológico Vitoria-Gasteiz y el Centro Integral San Lorenzo (San Lorenzo del Escorial). Además he sido psicóloga en el Centro de Atención Integral a las Drogodependencias, formadora para el Instituto Madrileño para la Formación y el Empleo (Formación dirigida a educadores y pedagogos).
Tres claves sencillas para educar a tus hijos en inteligencia emocional
Niños complacientes: no es oro todo lo que reluce
¿Año nuevo, vida nueva? Propósitos para compartir con los niños
Superhéroes como antídoto de los miedos infantiles
Por qué los niños no se pueden pintar las uñas y las niñas no pueden jugar con camiones
Niños perfeccionistas: cinco pautas para que se liberen de la exigencia que les bloquea